Oso está triste. Todos los demás animales piensan que es malo porque es muy grande. Pero su amiga Coco se ofrece a ayudarle. Coco comparte el consejo de su abuela: «Cuando la vida se vuelva oscura como una noche de invierno, comparte amabilidad, lleva luz».
Coco y Oso deciden hacer galletas para «compartir algo de amabilidad»y hacer farolillos para «llevar algo de luz». Pero cuando las galletas y los farolillos no funcionan, deben buscar otra forma de ganarse a los demás animales. Es entonces cuando descubren que la amabilidad es un regalo que solo viene del corazón.
«Creo que la amabilidad tiene que ser algo que se da, como si fuera un regalo»
Con Comparte amabilidad, aporta luz los pequeños lectores de cinco a ocho años aprenderán nuevos adjetivos para describirse a ellos mismos, descubrirán que todos somos buenos en algo y que la amabilidad siempre nos rodeará de cosas bonitas. Este cuento ilustrado, lleno de luz y color, es el instrumento perfecto para crear un diálogo positivo sobre lo que los niños opinan de ellos mismos, y el montón de cosas que tienen para ofrecer a los demás.